Los números oficiales muestran bajas sensibles en el uso de trenes, subtes, colectivos y autopistas; dicen que los pasajeros se volvieron más "cautos".
El escenario habitual de los medios de transporte metropolitanos durante las horas pico, abarrotados de pasajeros, difícilmente le deje apreciar al usuario el cambio de tendencia. Pero los números así lo marcan: en enero pasado (último dato disponible), hubo menos viajes en la Ciudad de Buenos Aires y en las rutas del interior del país si se los compara contra enero de 2012.
La caída en el uso de los medios de transporte, distinta según el caso que se analice, es un nuevo indicador que aporta más indicios con respecto a la desaceleración de la economía y los efectos que sobre el sector causaron las subas de precios en algunas prestaciones , como el tren, el colectivo y el subte, o los aumentos de naftas y peajes en el caso de los automovilistas.
Durante el primer mes del año y de acuerdo con los últimos números disponibles, la cantidad de pasajeros que tomaron esos medios de transporte registró una baja sensible con respecto al mismo mes del año anterior. Son números del Indec, aun sin contabilizar la merma sensible que registró el ferrocarril Sarmiento (ofrece una frecuencia menor por reparaciones) y la línea A de subterráneos, que tuvieron un servicio acotado (e incluso interrumpido en el caso del subte) durante la primera parte del año.
La línea General Urquiza, a cargo de Metrovías, transportó en enero 1,213 millones de pasajeros, un 13,2% por debajo del mismo mes del año pasado. El Belgrano Sur registró una utilización menor en un 14,5%, mientras que el Tren de la Costa marcó la caída más sensible, con un 20% menos de pasajeros.
En total, el transporte de pasajeros en los ferrocarriles urbanos cayó un 26,2 por ciento. Con todo, hay que tomar ese número global con precaución, ya que incluye los desplomes de las líneas Mitre y Sarmiento, cuyos servicios fueron recortados.
Un panorama similar le tocó al subte. Salvo las líneas B y E, el resto cayó. La línea H, por caso, mostró un tropiezo de un 16 por ciento.
La menor cantidad de pasajeros que transportaron los trenes y los subtes, además, no se trasladó a otros medios de transporte. Por ejemplo, las líneas de colectivo que hacen recorridos de media distancia registraron una caída de más del 10% en el traslado de pasajeros.
La tendencia se repitió en las autopistas y rutas argentinas. Por los corredores de la provincia de Buenos Aires, por caso, cayó un 12,3% la cantidad de vehículos que circularon en enero. También fue menor el pasaje de autos por los accesos a la Ciudad de Buenos Aires, aunque en un porcentaje menor.
LOS MOTIVOS
Los especialistas le encuentran tres explicaciones. Por un lado, el primer mes del año registró dos feriados más que el mismo mes de 2012 (el 1° de enero cayó un martes, y el 31 se celebró el Bicentenario de la Asamblea General Constituyente de 1813), algo que reduce el número de pasajeros.
El menor ritmo de la economía es el segundo punto, por un tema sencillo: el transporte está directamente relacionado con la llegada al trabajo.
Por otra parte, en la última parte del año pasado, hubo reacomodamientos de precios en el transporte que posiblemente afectaron las decisiones de los usuarios. En diciembre del año pasado, se anunció que el boleto mínimo de tren pasaría de $ 0,70 a 1, mientras que el de colectivo se elevó 30 centavos, hasta $ 1,40.
Para los que no tienen SUBE, el incremento fue mayor: el mínimo de colectivo pasó de $ 2 a 3, mientras el mínimo de tren pasó a $ 2, un 100% más que su valor anterior.
"Si uno limpia las anomalías del mes, es posible que haya habido una afectación por los precios. A partir de diciembre del año pasado, por ejemplo, comienzan a aplicarse diferencias sensibles entre quienes tienen la tarjeta SUBE y los que no la poseen", recordó Santiago Urbiztondo.
Marina Dal Poggetto, del estudio de Miguel Bein, comparte una interpretación similar, pero por otros motivos: "Hubo cambios muy bruscos en los costos de transporte en general: naftas, peajes, subtes. Sumado a eso, la caída en el uso del transporte se puede deber a algún componente preventivo de los usuarios debido a la caída de la actividad".
La tendencia al aumento de precios continuó su curso. Desde el lunes, las autopistas porteñas aplicarán un incremento del 26,5% en promedio -es la segunda suba en lo que va de 2013-, mientras que una medida cautelar frenó momentáneamente la nueva tarifa de subte que quiere establecer el gobierno de la ciudad, de $ 3,50 (un 40% más que la actual). Ambos incrementos, junto a posibles retoques en los precios de los combustibles, prometen acentuar más la caída en el transporte que se registró en enero.
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